Tres generaciones de zapateros, tres épocas distintas y un mismo propósito: ser el mejor taller de reparación de la alta zapatería madrileña.

 

 

El 30 de agosto de 1887, Ramón Exerez Verdú finaliza su aprendizaje gremial como maestro zapatero a medida.

En el año 1910, decide especializarse en la reparación de calzado, llegando a tener tres talleres en el madrileño Paseo de Extremadura.

Durante la Guerra Civil, aquella zona quedó totalmente destruida y el 2 de abril de 1939, abre un nuevo taller en la calle José Ortega y Gasset 11, incluyendo un salón con servicio de limpiabotas.

 

Los colores de la fachada eran rojo y amarillo, lo que hizo pensar a todo aquél que pasaba que era un estanco.

Desde el año 1960, su hijo Sebastián Exerez se hace cargo del negocio y lo mantiene con mucho entusiasmo.

Ramón Exerez Verdú

Personaje emprendedor y conocido en el mundo del calzado, amigo de toreros como Nicanor Villalta o El Viti, no tardó en trabajar para las grandes familias madrileñas.

Por allí pasaron, desde el entonces Príncipe Juan Carlos hasta el actor mejicano Mario Moreno “Cantinflas”.

En aquel pequeño taller llegaron a trabajar 14 personas.

Ramón Exerez Verdú falleció en el año 1978. 

Desde el año 1960, su hijo Sebastián Exerez se hace cargo del negocio y lo mantiene con mucho entusiasmo.

RAMÓN EXEREZ CABADAS

Durante este tiempo, Ramón Exerez Cabadas, nieto de Ramón Exerez Verdú no se queda atrás y continúa con la tradición zapatera que lleva en la sangre.

Comienza su aprendizaje profesional y colabora durante años con Segui Shoe Company (Charles Jourdan España), Florsheim, Church’s, Allen Edmonds y finalmente Crockett and Jones.

Viaja por el mundo y conoce a grandes zapateros como Jonh F. Lustic, Lazlo Vass, Dimitri Gomez o Peter Edward Meyer.

Colabora con John Stolenberg en el control de calidad de Allen Edmonds y crea su propia marca de zapatos «Casa Exerez”.

Introduce en España la refabricación (reparación que puede incluir el desmontaje y posterior montaje del zapato estropeado) y crea sus propias hormas con el canto biselado.

Así es como Ramón Exerez Cabadas, poco a poco, se va convirtiendo en un referente de la esfera zapatera madrileña y nacional.

Deja huella con su valía profesional como conocedor del oficio y de todo el proceso de fabricación de la alta zapatería tanto masculina como femenina.